Tener una buena base de cualquier conocimiento es un aspecto fundamental para poder avanzar en una buena dirección, una vez se tiene una buena base el resto viene prácticamente solo.
En el inglés, como en cualquier otra lengua, la base se forma por los siguientes aspectos:
- Comprensión (oral y escrita).
- Expresión (oral y escrita).
- Uso de la lengua.
Expuesto de este modo parece que se pueda conseguir todo de golpe, cuando hace falta mucho tiempo para poder alcanzar estos objetivos. Poco a poco se debe ir profundizando y entrando en materia. La parte positiva es que como con cualquier lengua los resultados del aprendizaje se ven con mucha más claridad durante los inicios que una vez que ya dominamos la lengua, y esto ayuda a los alumnos a motivarse para avanzar y seguir aprendiendo. Además, en el caso de las personas mayores que estudian es prioridad que se entretengan y se sientan útiles, cuando empiezan una lengua desde cero el profesor no ha de esperar que sus alumnos lleguen a tener un nivel muy avanzado. El aprendizaje debe plantearse como una vía de escape para motivar una actitud positiva ante la vida y la senectud, no se puede presionarlos ya que conseguiríamos el efecto contario. Por ello, el profesor tiene que verse a sí mismo como un apoyo para los alumnos ya que es bastante diferente enseñar a personas mayores que a personas de cualquier otra edad.